“Hay 40 grados, nena
Yo me quiero quemar
Cuando estoy a tu lado el calor me sofoca, me quiero bañar”!
Llegaron los días de las altas temperaturas y con ello la melodía de “Los Iracundos” y sus “40 grados” hacen
eco en nuestros oídos y en nuestro cuerpo…Para no vernos tan sofocados como los integrantes del grupo, es
importante tener en cuenta alunas recomendaciones especiales, sobre todo porque en las personas
mayores a veces se hace más difícil detectar los llamados “golpes de calor” y esto de debe a que con los
años el centro de termorregulación se altera, lo que genera una menor sensación de calor, menor
percepción de sed, disminuyendo así la necesidad de protegernos ante las altas temperaturas.
Algunas recomendaciones básicas para tener en cuenta en estas semanas estivales son:
Aumentar la ingesta de líquidos, aunque no se tenga la sensación de sed, tomando agua (embotellada o
mantenerla heladita en botellas térmicas), infusiones de hierbas (pueden ser jarras de hojitas de menta o
albahaca mezcladas con rodajas de limón o de pepinos y harto hielo); zumos de frutas, aprovechando la
gran variedad que nos ofrece los meses de verano… Otra manera entretenida de hidratarse puede ser
tomando helados mezclados con frutas…ideales de agua o sin azúcar.
Aprovechar de cambiar el menú por comidas más ligeras y entretenidas, aprovechando la gran variedad de
vegetales que hay en la temporada, llenado el plato de distintos colores…(y aporte en vitaminas y
minerales).
El sol puede ser el gran enemigo cuando las temperaturas son altas, por eso se recomienda evitar exponerse
entre las 12 y 16 horas. Fuera de este horario, se recomienda exponerse al sol por unos 20 minutos, sin
factores de protección, para generar el metabolismo de la vitamina D.
Recuerda que no es recomendable realizar ejercicios o deportes que aumenten el esfuerzo y la sudoración
en horarios de mayor calor; tratar de mantener la casa fresca y ventilada (si no tienes aire acondicionado,
abriendo ventanas que generen corrientes, pero que no produzcan portazos…). Nunca permanecer en
vehículos estacionados o cerrados; evitar llevar ropa ajustada que moleste y elegir tejidos ligeros, como el
algodón o el lino y de colores más claros que oscuros (aprovechemos las liquidaciones!). Integrar sombreros,
jockey y gafas para el sol es un “must” (así le dicen algunos…) en la playa, la montaña o la ciudad en estos
días de calor.
Ahora que estamos fresquitos y bien empoderados, podemos seguir cantando…
“Hay 40 grados, nena,
Yo me quiero quemar
Cuando estoy a tu lado el calor me sofoca, me quiero bañar!”